Es importante tener un buen gasóleo para evitar averías y exceso de consumo. No todos los distribuidores traen un gasóleo bien limpio, y la suciedad se va acumulando con los años en el fondo del depósito. Otras veces ocurre, que los depósitos no están bien instalados o no son los adecuados. Por ejemplo, hay instalaciones, en las que hay un depósito de simple capa en el exterior, con aspiración y retorno de gasoil. El retorno del gasoil, vuelve al tanque con cierta temperatura, y teniendo en cuenta las bajas temperaturas en invierno, con un depósito en el exterior, hace que se produzcan condensaciones de agua en el interior. El agua resbala por las paredes del depósito y al pesar más que el gasoil, se acaba depositando en el fondo, que a su vez es de donde realiza la aspiración de gasoil nuestra caldera. Y no acaba ahí el problema, pues entre el agua y el gasoil, empiezan a reproducirse hongos, bacterias, etc.… que se convierte en una especie de baba, que no solo obstruirá nuestros filtros, sino que además romperá la bomba inyectora. A veces se hace necesario llamar a una empresa de limpieza para que extraigan toda la suciedad y lodos del fondo.